martes, 22 de diciembre de 2015

DEL MARKETING AL PARTIDO VERDE

DEL MARKETING AL PARTIDO VERDE

José Noé Mijangos Cruz 

La era de los partidos ha llegado a su fin. Después de ver la contienda electoral como una competencia que supusiera una 'vendimia deshonesta de caballos' (horse trading) a la usanza gringa o el 'adelgazamiento de la leche' (mercato delle vacche) como le nombran los italianos, la partidocracia ha tenido que doblegarse, al grado que incluso algunos partidos ya propician la renta de sus candidaturas a simpatizantes (antes sólo se reservaba a los militantes). 

La 'modernidad sólida', hacía que los partidos debatieran temas de fondo, propiciando posturas que fluctuaban desde un control férreo reservado a la 'derecha' o la amplitud de libertades que se atañían a la 'izquierda'. Lo que se consideró el 'centro', no era más que el populismo de los partidos oficialistas que aunque matriculados en la 'democracia cristiana internacional' o la 'internacional socialista', a veces no había más que hacer su propio núcleo ideológico de decisión como en su momento fue la Conferencia Permanente de Partidos Políticos de América Latina y el Caribe (COPPPAL).

Hace mucho, Claus Offe, al tratar el tema de los nuevos movimientos sociales, se refirió al 'movimiento verde internacional' como formando parte de un sinsentido democrático, que sin embargo, posibilitaba el plus sobre una ganancia electoral asumiendo bajo perfil y permitiéndose estabilidad participativa, negándose a afrontar temas complejos y rentabilizando la concepción de una mejora medioambiental empleada como efecto de consumo; una necesidad instrumental de los países del primer mundo que este movimiento haría posible.

En México, el Partido Verde, ha tenido el tiempo suficiente para debilitar las estructuras institucionales, desde una representación que ha hecho de sus acriticismos, la burla de una nación proporcionalmente ajena al rol participativo, que no se reconoce en las disputas electorales o que la modernidad no le ha permitido observarse como espectador siquiera. Con el acomodo de prácticas occidentales, el Partido Verde ha acaparado un bastión importante de votantes, desde los negligentes filtros de los árbitros electorales, catalizando el efecto democrático o de participación civil desde los subsidios que se le otorgan a su cuenta corriente, hasta los que corresponden a sus gastos de campaña.

En Oaxaca, los partidos que se coaligan con el Partido Verde, últimamente, en algunos distritos, han estado a punto de perder cargos de mayoría relativa, por la asimetría del cómo percibe la gente un registro en una contienda, por ejemplo, la presidencial, y otra que se bifurca en algún distrito en particular, debido al registro independiente del Partido Verde, lo que da como resultado la anulación de boletas distritales del partido que lo acompaña en la presidencial pero no en la distrital; karma que estuvo a punto de comprometer candidaturas de personajes que hoy desean la gubernatura del estado. 

De caras bonitas y edades estereotipadas para la acción dinámica de un pueblo que ofertaba a sus experiencias lúcidas de cabellos entrecanos, el Partido Verde echó abajo mitos de que la 'curva crítica' no era posible, rentando la opinión sesgada del votante cautivo hacia "penas de muerte" para quienes infringen delitos graves, luciendo espectaculares de subsidios a la adquisición de fármacos, en donde bajo el resguardo del sistema político propicia la frivolidad y la irresponsabilidad de la gobernanza global. Uno de sus dirigentes, gozó del cajón de sastre que le confeccionó a su medida el fuero senatorial.

Recientemente, el caso Arturo Escobar, ha sostenido la tesis de que el régimen actual, siempre pragmático, estudia la situación de deshacerse de este maridaje con el Partido Verde, pues el ahora Fiscal Especial para la Atención de Delitos Electorales (FEPADE), si bien en tono suspicaz le fragua una investigación en su contra, ninguna fiscalía pudo llegar tan lejos, de no ser por la contemplativa insumisión que le dicta el aparato de Estado mexicano. Ese agravio sigue un curso semejante en el Instituto Nacional Electoral (INE), a través de la Unidad Técnica de Fiscalización, con la reciente multa que se perfila imponer al Partido Verde. 

@JNMIJANGOS

(Publicado en +Noticiasnet.mx Voz e Imagen de Oaxaca, 22/12/2015, p. 10A)

martes, 15 de diciembre de 2015

A NADIE LE IMPORTAMOS

A NADIE LE IMPORTAMOS

José Noé Mijangos Cruz

A Maite Azuela

Hemos visto cómo a periodistas de alto calado, se le desmerece su espíritu de vivir entre nosotros. Recientemente soy lector de Maite Azuela, y en efecto, en ocasiones indago aristas que la articulista deja en espacio de cognición, pues sencillamente, ella, como mujer, como persona, con identidad distinta de la mía, se ocupa en mostrarnos algún remoto interés general. Comparto sus opiniones, aunque no me conformo con las que ella da, pues, probablemente, imagino escenarios complejos que no han hecho que tal nivel de extrapolación se conjugue con la intuición, magia y reinado de sus ideas, tan decorosas, tan dignas, como las que cualquier persona de buena voluntad pueda elucubrar. Sin embargo, en eso radica mi inquietud. Las personas que por alguna razón pensamos diferente, nos volvemos ingenuamente en parte de esa transitoria “modernidad líquida” (Bauman dixit). No le importamos a nadie y contribuimos en parecer que la importancia sea real, y en esa inercia, contribuimos en todo.

No quisiera caer en las mismas tentaciones en las que caen quienes le brindan su apoyo a Maite Azuela en las redes sociales, que sólo se preocupan por su virtual azoro. La realidad es otra para quienes escribimos y eso es únicamente lo que sabemos hacer. Tenemos no sólo la sensación, sino la certeza, que a nadie le importamos. Hace mucho era el ordenador sin IP (Internet Protocol) el que ya generaba paranoia en buena parte de los usuarios, qué tanto podía quedarse a vivir en el “panteón cepeueño” (Central Processing Unit). Después llegó intranet, interfaz, GPS y otras linduras que hicieron de ese temor, un fetiche del temor original, ese temor original ligado a la equivocación, a la libertad, a la dignidad humana.

Maite Azuela es ejemplo de un trabajo intelectual de aliento para los desconsolados. Probablemente sea la clase media que intenta resistir el “precariato” (consumidores de incapacidad en la permanencia social) que sufren miles de familias que no alcanzan a obtener esa dichosa palabra de la distribución de la riqueza pública, de la riqueza nacional. Se asoma al mundo de las evidencias, con la sensación de que puede dar el derecho de réplica. De no ser esa la condición: otorgar el derecho de réplica, cualquier columnista muere en su intento por ser original, prístino, genuino. Mejor vivir en soledad, que vivir en la virtualidad, se podría decir hoy en términos contemporáneos. Pero la tecnología no debiera ser el instrumento que sataniza cualquier actividad como materia prima a disposición de todos, sino el uso que de ella dependen muchas acciones capaces de transformar la opinión pública: el lugar desde donde debiera legitimarse cualquier condición democrática que permita que el proyecto de vida personal camine por los proyectos de vidas grupales, sociales.

El temor como mercancía, insisto, la sociedad política lo ensaya en sus ciudadanos. Crear la ciudadanía ya no es prioridad, sino dictarles los protocolos de sometimiento, de más y más control social, que autolimite el ritmo de crecimiento personal desde un bricolaje (invento personal producto de la imaginación) comercial que se nos vende con la complacencia del marketing, y la santiguada de las ofertas de consumo. El temor fetiche, el temor como mercancía, reza: “Yo temo, luego existo” (Donskis dixit).

Desde luego, que ese temor, no es lo que en el fondo de su pensamiento y su corazón, piensa y siente Maite Azuela, yo no lo sé de cierto, pero supongo. El temor de Maite Azuela, en su estado catárquico, puede también mandar la lección de: ¿le intereso a los demás como voz crítica? Alejados ya en el tiempo, existen personajes que han pasado a la historia como sujetos de temas semejantes, cuya duda es real, pero que al final del día, saben que sí le importa mucho a la gente lo que se escribe, la lucha revolucionaria que implica ese dilema. No mandamos el mensaje de que no se dude de esa condición de dignidad desde donde brota la civilización genuina, por el contrario, si el temor aparece, que sea el que hemos elegido, y no el que nos han impuesto mentes obtusas y perversas en asociación delictuosa.


Espero que esa imagen del rostro que nos regala Maite Azuela todos los días en redes sociales, cuya belleza recubre una condición envidiable de sus pensamientos de dignidad, de su idea de justicia y de su afán de reconciliación social, sea la certidumbre de una civilización incierta: “el humor”, que nace de la impotencia, no lo olvidemos.

Twitter: @JNMIJANGOS

(Publicado en +Noticiasnet.mx Voz e Imagen de Oaxaca, 15/12/2015, p. 10A)
http://www.noticiasnet.mx/portal/oaxaca/opinion/local/318403-nadie-le-importamos


martes, 1 de diciembre de 2015

EL SALINA CRUZ INVENTADO

EL SALINA CRUZ INVENTADO

José Noé Mijangos Cruz

Crecer a la sombra de un puerto artificial, es una condición social que pocos tenemos, a eso debe agregársele que toda una generación ha nacido con “economía petrolizada”, estigmatizada. Si el mal existiera, sería relevante conseguir recordar los años en que nadie soñaba con hacer de este lugar una zona de influencia política, de dominio, como así lo quiso demostrar Cortés desde tiempos de La Colonia. Con la salvedad de lo que hoy es Santo Domingo Tehuantepec, durante La Colonia, los primitivos contornos del hoy Salina Cruz bañaban la laguna interior y su única referencia era un faro que se fosilizaba con los años. En el México independiente, el tema de la ruta comercial marítima dio preferencia a puertos de economía probada (Veracruz entre ellos) y no fue hasta el Juarismo que se midió la posibilidad de emplearse como tráfico interoceánico: la cintura del país. Sin embargo, el proyecto colapsó en tanto la vida del mandatario se esfumaba. Fue Porfirio Díaz quien abonó la idea de construirlo con una infraestructura insuperable para la época, que quebró, incluso, a la compañía inglesa, hasta cobrarse el adeudo ya sin cláusula penal, en ese pasadizo que se estrechaba tras cumplirse el ocaso del dictador de origen oaxaqueño. Durante la revolución, fue sede del cañonero Guerrero que transportaba a Jesús Carranza por vía marítima hasta el Occidente de México. Se cuenta que en tiempos del Cardenismo, Salina Cruz revive luego de padecer el azolvamiento en la dársena, situación que se logró, entre otras cosas, con el envío de la draga Minnesota. Lo demás, se empata en 1979, con la construcción de la refinería.

La inflación petrolizada, le ha significado a Salina Cruz un costo que propicia en el producto per capita una inequitativa distribución de la riqueza, donde la minoría nacional detenta un porcentaje elevado de beneficios, con respecto de los lugareños que no alcanzan a pasar por mucho la media nacional en cuanto a criterios de obtención de utilidades sobre una industria radicada en su propio entorno. Mayores bienes y servicios, no significan, en muchos casos, mejor economía distributiva. De esa manera, el mito de que “a mayor desarrollo económico, redituará a cada quien su parte” ya ha sido cuestionado por quienes de manera seria han criticado el tema de la “globalización”.

Luego de la conversión al pragmatismo de los grupos políticos contestatarios, que motivaban los cierres carreteros y el supuesto atraso económico (en realidad eran, en ciertos casos, los antifetiches), la gente del puerto especuló que la llegada de almacenes y supermercados daría una imagen de crecimiento económico a la zona. Es probable que se viviera un atraso económico si transportes terrestres y marítimos esperaran el embarque, pero también era probable que esos seguros (por demora) se pagaran con cheques que las fiduciarias hicieran llegar al empresariado que encubría frente a sus operarios el verdadero motivo de no seguir acciones legales contra los grupos sociales a quienes se les atribuía el “paro” de la economía regional.

Hace unos días se vivió un llamado de emergencia en las instalaciones de refinación, cuando en realidad, de vernos optimistas, dicho volumen de operación debería estarse preparando para desarrollar la industria del “gasoducto”, con una inversión de 1085 millones de dólares y que pretende conectar a este puerto con Jáltipan y Tapachula, en el marco de la Zona Económica Especial del Istmo.

La circulación de dinero por el costo de operación que Salina Cruz logra mover, recrea un “espejismo” de empoderamiento social que en la práctica no se justifica. Si a eso le agregamos que la diversificación de la economía a partir del desgaste urbanístico debido a la proclama de ser un atractivo para la inversión, en donde la clase obrera especula radicar temporalmente aumenta que flote un presupuesto (llámese gasto público) que mueve dinero en un lugar que capta sólo un porcentaje limitado y cuya principal planta productiva está exenta de contribuir localmente, la situación obliga a cuestionar si el “desarrollo sostenido” da para seguirle apostando a la empresa nacional, condicionada a convertir en realidad el sostenimiento óptimo de los lugareños.

Twitter: @JNMIJANGOS

(Publicado en +Noticiasnet.mx Voz e Imagen de Oaxaca, 01/12/2015, p. 12A)


Playa abierta: se resiste a ser inventariada

martes, 24 de noviembre de 2015

ECONOMÍA POLÍTICA A LO CANDIANI

ECONOMÍA POLÍTICA A LO CANDIANI

José Noé Mijangos Cruz

Quien dirige el Consejo Coordinador Empresarial (CCE) coincide con el perfil de un oaxaqueño que quiere innovar en la contienda electoral por esta entidad en el 2016. Pero el actual presidente del CCE, Gerardo Gutiérrez Candiani, no aspira a cargo alguno desde una representación de partido, tampoco hace gala de liarse en esta próxima jornada electoral desde una candidatura independiente. Incluso, no existen visos que sea algún nivel de gobierno el que le interese de manera particular. ¿Qué nos ha dicho hasta el momento, entonces? Que la ciudadanía, de manera organizada se comprometa a demostrar su fuerza participativa, empeñándose en manifestar que supera las decisiones partidistas y de gobierno, motivando ejes de desempeño que se le impondrían al próximo gobernante.

De esta reveladora proyección que se ha encargado de decir a algunos medios con la frase: "Sí participaré en las elecciones del próximo año", como lo destacó en primera plana este diario el pasado 10 de noviembre, podemos leer algunas tareas pendientes que serían novedosas obtener de Gerardo Gutiérrez Candiani, líder del CCE, si quiere dar pasos congruentes en la próxima contienda electoral: 

1. Educación. Un cambio significativo, sería modificar la pragmasis con la que se encuentra casada el empresariado mexicano. Si bien la ilegalidad genera paranoia sobre los medios de la producción, la alternativa podría ser sostener jornadas de trabajo máximas y salarios por tiempo ilimitado. Los polos de desarrollo se encuentran limitando la jornada de trabajo y el empleo se conserva sólo por 6 meses. Hechos que sean congruentes con las palabras, podría ser propedéutico (aprendizaje para la vida) para la sociedad mexicana. El CCE debería cambiar su papel transformador de ser un aval del gobierno, a generar estudios de revisión crítica a los procesos de emancipación empresarial, de otra suerte, al CCE se le ve como la cereza del pastel, esa ética cosmética que se imponen los capitales del primer mundo. De hecho, el CCE, debe erradicar la fuerza de los prejuicios con respecto al sexo, a la raza y a la clase. Un cambio profundo en materia educativa, y no una reforma residual, podría hablar de nuevos cambios discursivos del empresariado mexicano.

2. Democracia. Occidente si ya de por sí no se comprendía, ahora se le distorsiona con aparatos de estado que lo regulan, lo financian y lo organizan. Creer en la sociedad civil, es exigir que la mejora regulatoria se instale con eficacia en los órdenes de gobierno, y eso no se ha dado. Los usuarios seguimos peleando en solitario tal nivel de compromiso del régimen mexicano, con la indiferencia de las cámaras empresariales. El destino del dinero es irreal, pues no se cumple la comisión de reembolso que cada compra debe aportar sólo por el efecto de consumo. Así las cosas, el empresariado mexicano no necesariamente debe trabajar en jornada electoral extraordinaria, sino en el papel secundario, que no se nota, de la revisión crítica ordinaria de los microproyectos ofertados por cada adquisición doméstica. Con esto, sólo se trata de decir que si estas mínimas condiciones se cumplieran, la jornada electoral recibiría con orgullo al empresariado mexicano. De hecho, las 'buenas prácticas' no deben morir en el tintero, deben redituarse en los microproyectos.

3. Corrupción. El nivel de encubrimiento se viene dando entre actores políticos, sociales y económicos. Sólo una élite conoce lo que se va a hacer, qué polos se desarrollarán, qué implica mover a una región determinada, cómo crecerá la ciudad a la que se inmiscuirá en ese proyecto nacional. Esa información se mueve por canales privatizados, que cuesta enterarse de ello o por lo menos se paga una renta simbólica. De ahí que las redes sociales la compren o la consuman cuando la tienen a la mano. Eso debe cambiar para el empresariado mexicano, deben permitirse una visión de conjunto, de cambio e innovación.

 Twitter: @JNMIJANGOS 

(Publicado en +Noticiasnet.mx Voz e Imagen de Oaxaca, 24/11/2015, p. 10A)
http://www.noticiasnet.mx/portal/oaxaca/opinion/local/314615-economia-politica-lo-candiani


domingo, 8 de noviembre de 2015

LA IMAGEN DIGITAL

LA IMAGEN DIGITAL

José Noé Mijangos Cruz

Foto: Twitter


Si bien Alejandro Murat no desposó a una actriz, cantante o famosa del espectáculo, el fenotipo al que corresponde encumbrarlo como gobernador de Oaxaca es, dicen, su juventud, y el hecho de tener como ascendiente a quien gobernó la entidad mientras el nuevo milenio transitaba. Desde esa virtual hazaña con que los políticos profesionales se hacen del encargo público en México, sobresale un estilo al que se le debe admiración por parte de las masas.

Desde hace algunos años, ha surtido efectos candidatear a gente joven, fórmula a la que gustosamente se le suman personas nacidas apenas hace unas décadas, 'televidentes' en su mayoría, cuyas agencias noticiosas les surten la importancia de tener a un mandatario joven. En el estado vecino, se encuentra un gobernante joven cuya alianza estratégica con el mundo del espectáculo ha prosperado; las 'selfies' con la primera dama, hacen que para una población crecida entre los dramas de las telenovelas, captar a la protagonista entre su propia gente la condecore por el sacrificio de dejar suspendida su vocación, mientras atiende a la familia chiapaneca.

Con esa naturaleza estética, no puede prosperar el negocio político que arruine la ubicua presencia del director del Infonavit, cuando aparezca ante los medios y se sostenga ante la opinión de una sociedad oaxaqueña exultante que no reprueba que se proyecte esa admiración por su gobernante fuera de la entidad cuando éste se sume a los mandatarios estatales en las reuniones de gabinete ampliado o en los trabajos de cabildeo en donde algún secretario les indique cómo obrar ante facultades concurrentes.

A tono con la mediación del nuevo 'look' cosmético de los gobernantes, la Guelaguetza que se le heredaría a Murat, ya se vislumbra como el semillero de complacencias recíprocas entre la vida galante y las veleidades que se oportunan ante un mundo contrastante. La danza 'desindianizada' (Bonfil dixit), en el peor de los casos, basa su recompensa en la división internacional del trabajo. Las regiones, en su ufana selección, llegan representadas por entidades decorativas descentralizadas, olvidándose del proyecto de vida de los pueblos autónomos.


Hasta el momento, nada ha impedido a Alejandro Murat dar marcha atrás a su aspiración por gobernar Oaxaca. Desde esa manera acicalada de posar para las cámaras de televisión y fotógrafos ávidos de seleccionar la imagen que mejor lo represente, la sociedad oaxaqueña ya baraja su nombre para dirigir una campaña que de darse, se conectará con un partido profesional en donde "atraparlo todo" (catch-all party) quedará como un eufemismo anecdótico.

No quisiéramos pensar que el apagón analógico, se encuentra conectado con los trazados pasos hacia donde se debe dirigir la permanencia en cuanto a imagen, de la juventud que debe gobernar desde la televisión digital, reflejando con fidelidad el estereotipo que siguen los votantes para mostrar con orgullo un deber cívico, desde el pulgar entintado que los evidencia como deudor subsidiario de la 'telecracia'. Es por eso que el análisis sobre una probable ganancia electoral de Murat, no debe basarse en un reproche a la tecnología que lo dota de opinión connotativa, sino por el contrario, el comportamiento de las encuestas, debe imponer un indicador puntual sobre la era digitalizada en las democracias occidentales.

Alejandro Murat, de ser candidato a la gubernatura del estado, tendría cuidado de ya no representar al México bronco. A esa generación que nació con los reflectores de su lado, le inoportuna la violencia burda.

La era digital también será la era de la edición al extremo, que en Oaxaca se ha reducido a espectadores de pantallas planas (input). Lo importante será cómo se edita (output) no desde la conciencia de los oprimidos, sino desde el beneplácito de los condecorados por anticipado. 

 Twitter: @JNMIJANGOS

(Publicado en +Noticiasnet.mx Voz e Imagen de Oaxaca, 08/11/2015, p. 11A, replicado en NOTICIAS Voz e Imagen de la Cuenca, p. 6A)
http://www.noticiasnet.mx/portal/oaxaca/opinion/local/311810-imagen-digital


jueves, 5 de noviembre de 2015

TOLEDO Y SU DESARROLLO SOSTENIDO

 José Noé Mijangos Cruz

elnuevodiario.com.ni


Una defensa al patrimonio natural que no se esperaba en pleno auge del gobierno de Cué, se da con el intento de construcción del Centro Cultural y de Convenciones de Oaxaca (CCCO). El personaje que lo originó no es un sujeto común: mantiene relaciones de amistad con gente influyente en medios culturales, pues su bagaje es suficiente como para que sólo los que por alguna razón no hayan escuchado de él, lo increpen y hasta lo lastimen.

jornada.com.mx


Su historia se remonta a su cercanía con uno de los iconos culturales de nuestro país, orgullosamente oaxaqueño: Rufino Tamayo. Probablemente a partir de ese desempeño grato bajo la tutela de Tamayo, Toledo crece en todos los sentidos, incluso a su permanencia en México se le agrega el bono de ser auspiciado por revistas culturales y a acometer alentadores reflejos de insumisión en su comarca de origen: Juchitán del General Zaragoza. Muchos artistas plásticos juchitecos, ondularon la bandera de este país, en exposiciones financiadas en el extranjero. Juchitán, es otra, desde que su pueblo pidió que se revisara el papel residual con que a su cultura se le estaba afectando. La guerra sucia y la limpieza de insurrectos no bastó para que Juchitán se quedara atada de manos.

periodicocorreo.com.mx


Francisco Toledo, presagió una ganancia en esta lucha frontal contra el gobierno de Gabino Cué, tan campante como esperar que ante la falta de argumentos para actuar en la construcción de esta infraestructura cultural, se alterara el orden ecológico. Era cuestión de tiempo, para obtener un reclamo justo a una demanda honesta. Se puede decir que ante procedimientos confiados y probados, los resultados iban a ser, igualmente, confiados y probados. Sólo nos lamentamos la incursión del artista plástico Sergio Hernández, ante la mediática estimación sobre una casa de Cué en San Felipe del Agua. Como bien sabemos, muchas familias gobernantes vienen de generaciones haciendo voluminoso un patrimonio que seguramente ya rebasan los 7 millones de dólares. Y no es un secreto que los patrimonios de esta naturaleza se ejerzan mediante un repertorio de familiares y socios comerciales que permiten el saneamiento financiero tendiente a hacer frente a las declaraciones patrimoniales, llegado el caso.

"2 Conejos"/sothebys.com


De parte de Cué, el encubrimiento de hacer parecer una obra cuya práctica gubernativa era aparentemente benéfica para la ciudad, hizo que algunos actores culturales como Toledo expusieran a la opinión pública, hasta dónde había llegado un gobernador en la tomadura de pelo sólo para no ser enjuiciado. Cué, de salirse con la suya, debido al escándalo que le hizo pasar Toledo, habría ingresado a la historia como un déspota más de los que ya tenemos contados de sobra en Oaxaca.

vanguardia.com.mx


Pero, ¿en qué consistió la defensa de Toledo al Cerro del Fortín? En que los empresarios locales han depredado sus inmediaciones de manera sistemática e impune. El impacto medioambiental no es cosa como para tomarse a juego. Además, con la excusa del turismo, las cuentas histológicas sólo se tasan desde un aprovechamiento económico, y no sobre un despilfarro de recursos naturales que terminan pagando un deterioro que no fue declarado presupuestalmente para su inmediata reparación. Así las cosas, era necesario utilizar una estrategia agresiva sobre una burocracia que no sólo fuera instanciada localmente sino, con mayor razón, desde la federación, que brilló por su ausencia como entidad responsable para la suspensión inmediata de esa obra.

"Libreta de Apuntes"/museoarocena.com


Además, Toledo, con sus miras largas, avizoró que a esta injusticia se les sumarían otras de alto calado, lo que no podía posponer sólo con la expresión basada en los medios de comunicación, sino que requería de una presencia irrespetuosa en pro de alterar el paso de la maquinaria burocrática, legal y operativa en la zona. De hecho, de no darse estos acontecimientos, el claro perfil tirano de una obcecación como la construcción del CCCO en el Cerro del Fortín, tendría lugar, y los desperfectos al medio ambiente lo estaríamos pagando en algunos años.

heraldodemexico.com.mx


Pero la parte interesante de Toledo, sin duda, es que el ‘desarrollo sostenido’ tiene que provenir de abajo, de los que no se pueden defender. Una voz tan insidiosa como la de Toledo, con ese tono ecuménico, hizo, en prospectiva, un trabajo de unir las voces de los que esperan que su contexto no se desfigure sólo para el beneficio de unos cuantos, y si se tiene que rentabilizar el ambiente circundante, sólo piden que se tasen las enmiendas a la naturaleza con apremio, además de que siempre se les solicite su opinión. Sólo resta armar el proyecto de sustentabilidad y de sostenimiento para el Cerro del Fortín. No el que ya está en manos de Semarnat u otra instancia estatal, o cualesquier organismo fiduciario, sino el que se tiene que hacer con Toledo a la cabeza.

Twitter: @JNMIJANGOS

(Publicado en +Noticiasnet.mx Voz e Imagen de Oaxaca, 05/11/2015, p. 10A)


miércoles, 21 de octubre de 2015

TIEMPO LIBRE Y OCIO

TIEMPO LIBRE Y OCIO

José Noé Mijangos Cruz

Stephen Hawking llama la atención al mencionar que lo peligroso de un sistema capitalista, no es en sí misma la automatización, sino la injusta distribución de la riqueza. Hawking retoma el uso de la tecnología, a la que le resta el encono de la satanización, pues en su nombre la automatización se ha convertido en el elemento a perseguir por la supuesta marginalidad en la que pone al obrero desplazado. Cuando un inglés como Hawking dice algo como eso, inmediatamente los medios de comunicación traducen ‘tiempo libre’ como ‘ocio’. No dudo que un pensador tan limpio como Hawking lo haya dicho, así, de esa manera, aunque en ese ambiente a los eruditos les da lo mismo generalizar que especificar; la idea es clara, aunque su traducción sea pobre.

Herbert Marcuse puntualizó que ‘tiempo libre’ era una cosa distinta del ‘ocio’. Justamente Hawking plantea una respuesta a una pregunta que le hiciera un cibernauta privilegiado luego de pasar los filtros de un chat reconocido. Y esa respuesta es la que dio Marcuse hace muchas décadas: la justa distribución de la riqueza o el capitalismo agresivo, eran las bases para estar en uno u otro estadio: el ‘tiempo libre’ o el ‘ocio’. Ahora que una u otra expresión se usa de manera indiscriminada, la descripción de ambas, vale la pena zanjarla.

La industria bien puede pensarse en términos de fertilidad para la transformación social, aumentando la capacidad productiva, ofreciendo capitales para el ahorro en forma de créditos, posibilitando el mantenimiento de la planta productiva nacional. O bien, puede pensarse en forma de mezquindad social, reduciendo incentivos sociales de la producción al mínimo, limitando la capacitación de los puestos de nueva creación o de expansión funcional, creando figuras fiscales para que la renta del trabajo se cubra en perjuicio de los que menos tienen. El ‘ocio’, precisamente se consigue, aplicando el interés al capital sobre la producción. Viéndolo de esa manera, el ocio tiene un trato interesado en la oferta lo que le concede al ocupante un trato diferenciado ilegítimo (Revisar mi artículo “Dispendio y justificación del gasto público”, publicado el 23 de septiembre). En cambio, el ‘tiempo libre’ es desinteresado. Su tratamiento en el área ocupacional lo plantea un rendimiento en la producción que no siendo evaluado, crece en creatividad y se comparte sin producir la plusvalía al que toda renta por el esfuerzo (aplicado por el capitalismo) debe resarcir. El ‘tiempo libre’ comparte, desde una instancia terapéutica y propedéutica, una noción humanizadora de la renta del trabajo en la producción. No consume, comparte, colabora, induce motricidad al elemento humano desde la libre determinación que cada conciencia aporta.

Es muy diversa la fuente que conduce los destinos del ‘ocio’ y la que induce el ‘tiempo libre’. Incluso, la expresión cambia según quién la dice. Muchos nos aventuramos a procesar el lenguaje que la empresa del ‘ocio’ nos proporciona: créditos suntuosos, para obtener patrimonios caros y opulentos. Supuestos bonos al consumidor, ofrecen excedentes en la ganancia al capital invertido, lo que al no ser fiscalizado termina en la ‘sana’ finanza de la empresa que lo administra. Con la industria del ‘ocio’ operan bancos, empresas emergentes, subsidiarias de capital extranjero, fiduciarias, hipotecarias, industrias de la diversión, operadoras turísticas, transportes especializados, y hasta cooperativas que se alquilan como prestadoras de servicios.

La figura del ‘tiempo libre’ no produce renta de la aportación cultural que induce, pero en procesos productivos que la convocan, sostiene periodos de formación continua en materia de vida estable, no condicionada al gasto, afirmándose como estadio productivo que involucra la participación ciudadana y despertando el interés participativo para la contribución no condicionada. Muchas sociedades han vivido así, y su resistencia ha contribuido a crear comunidades autónomas, antes estigmatizadas y ahora alentadas para el cambio democrático.

En México, la crisis chiapaneca de 1994, despertó a un México que sólo tenía sentido en términos de capital e interés del capital. El desarrollo sustentable, es ahora una realidad a partir de aquella experiencia. En Oaxaca, algunas comunidades producen en su seno la participación en términos de ‘tiempo libre’, aunque su asombro por los grandes capitales aún no les permita resistirse a la gloria del interés sobre el capital.

Twitter: @JNMIJANGOS

(Publicado en +Noticiasnet.mx Voz e Imagen de Oaxaca, 21/10/2015, p. 12A, replicado en NOTICIAS Voz e Imagen de la Cuenca, p. 8A)
http://www.noticiasnet.mx/portal/sites/default/files/flipping_book/sjbt/2015/10/21/secc_a/files/assets/basic-html/page8.html


viernes, 9 de octubre de 2015

LAS IZQUIERDAS Y SUS INDIFERENCIAS SOCIALES

LAS IZQUIERDAS Y SUS INDIFERENCIAS SOCIALES

José Noé Mijangos Cruz 

En las sociedades de índole capitalista, la tradición es que la clase política que genera la producción desde el trabajo, la organización y la lucha por las conquistas sociales, se hagan nombrar: las izquierdas. La distribución de la riqueza se pone en juego. La lucha campal en una política de masas, genera estrategias y tácticas que obedecen a persistentes desencantos, derrotas electorales frecuentes de manera sistemática, ejecuciones de mártires y persecuciones políticas.

Lo que queda de una sociedad que ha luchado por que la soberanía de un pueblo se vea reflejada en la legitimidad del voto universal, es la decencia de vivir con lo que se considere digno de haberse trabajado y los incrementos que ese rendimiento laboral genera como plusvalía por la renta del esfuerzo humano.

Sin embargo, aun cuando las izquierdas han sufrido en carne propia el linchamiento social al que los ha expuesto el ala gobernante, pagan la carestía de rentar a un caudillo que no vivió la pobreza y el hambre a ras de cuello, y que sólo de refilón, puede voltear a ver la miseria como un antojo que la clandestinidad le permite ver. Estos rasgos asintomáticos del político de las izquierdas, hoy día, permiten observar, también, que los dispendios del Estado lo han debilitado, lo han derrotado.

Obviada esa naturaleza, la prueba consecuente de no engancharse con los negocios que traben el sentido presupuestal del costo por operación, hace que el político de las izquierdas omita el empleo de la justicia (que sus ascendientes persiguieron), pues prefiere el empleo de las oportunidades (gente que avale que el beneficio llegó, aunque el cumplido ampare obras no pedidas, no terminadas o no comprobadas).

En la transcripción literal, eso no es lo más novedoso ni lo más importante para este artículo. Quizá lo más importante, sería la manera en cómo las izquierdas toman el pulso de la vida que pesa sobre las conciencias de millones de ciudadanos. Un ejemplo lo da por defecto el congreso general. Si tomamos las cifras que se incrementan los políticos en la cámara alta por ejercicio presupuestario anual, las cifras son exorbitantes. Uno puede comprender fácilmente que la compra de conciencias es un estadio semejante a una resbaladilla: quien mira los lujos opulentos de ese recinto, inmediatamente se refleja (como los personajes de la prehistoria en sus murales) con algún lujo qué colgar o con qué decorar sus parcas viviendas. En la presente legislatura, como en el pasado, trogloditas de las izquierdas, sin cautela alguna, se asomaban al palco legislativo con la indumentaria que no le quitaban signos de atraso social y carestía económica por lo que hace a la primera generación de ascendientes.

Muchos temas han sido excluidos por las izquierdas o les han puesto ese toque de indiferencia de existir pero no persistir. El sistema ecológico de desarrollo sustentable es un tropiezo de los muchos que deberían fiscalizar las izquierdas y que por el contrario, merece un apéndice de sus agendas legislativa y ejecutiva. Sin caer en la xenofobia de la inversión foránea, y considerando que a la vista de todos pasan por industrias limpias, las empresas como las eólicas, libran una batalla con representantes sociales inconformes, a quienes las izquierdas han dejado solos, sin un apoyo moral qué hacer repercutir en esa intermediación ex oficio (si a historicidad ética nos referimos). No se acusa a las izquierdas de tolerar la inversión extranjera, se les acusa de volverse invisibles en cuanto a definir su posición con respecto a estos temas (sean radicales, irascibles, alborotados).

Con El fin de las ideologías (denunciado por Bell y Fukuyama), se libera para las izquierdas, una oportunidad de depredar lugares que al permitir la inversión externa, inflacionan el lugar, lo agotan, le crean clases medias cuyo coste terminan pagando clases pobres. El papel de las clases medias es poner en ventaja un capital que en bruto se paga con la proporcionalidad de la población total, donde los pobres son muchos. En una sociedad nacida naturalmente desde el inversionista visionario y en pequeño o mejor aún, en la cooperativa, esta clase media alquila su representación sin encarecer al máximo el costo por operación. Pero si el nacimiento de esa clase media es producto de un subsidio estatal como diseño programado para admitir inversión extranjera, habría que medir la inflación regional que esto produce, pues en la mayoría de los casos es a la alza.

Twitter: @JNMIJANGOS

¿QUÉ HACE FALTA EN LA SOCIEDAD PROVINCIAL?

¿QUÉ HACE FALTA EN LA SOCIEDAD PROVINCIAL?

José Noé Mijangos Cruz

La provincia mexicana es una idea de nación que prejuzga un avance en función de la metrópoli principal: la Ciudad de México. Ante ese signo desalentador, la ‘región’, es el factor que resalta entre otra metrópoli, pero ésta, provincial. Hoy, la Ciudad de Oaxaca, es el centro de reunión de las decisiones que deben satisfacer a sus regiones, como si de eso dependiera su prestigio en cuanto modo de adquirir la producción local.

Un caso típico es Santo Domingo Tehuantepec. En ‘desarrollo regional’ la pregunta para rescatar una tradición antiquísima es: ¿Qué motivó en el pasado que esa ciudad tuviera su tiempo de auge y prestigio? Basada en una economía colonial, pero cimentada en un contexto indígena, Tehuantepec no ha podido detonar su aprendizaje histórico, pues a esa sociedad sabia, ha sabido comprarla el consumo de bienes y servicios, lejano de un sistema ecológico de desarrollo sustentable.

Hace tiempo, se demostró que una comunidad guatemalteca, fue sumergida en intentos por dejar la inspiración colonial sólo a gente que pudiera pagarla. Ese planteamiento, basado en una economía emergente, relativiza el signo presencial de los indígenas para ubicarlos sólo por complacencia en la escena por donde pasa el turismo extranjero. Siendo la población indígena sólo un elemento decorativo, no afianza la credibilidad para que los subsidios federales le lleguen a Tehuantepec, pues, incluso, en el programa de ‘pueblos mágicos’, se insertan elementos de adecuación occidental que antropológicamente aniquilan el acto de pensar del poblador original.

Pero a Tehuantepec también le han quedado mal los académicos. Universidades regionales de tinte oficial, llevan en el nombre la penitencia de un signo occidental que disloca el compromiso de proteger ciertos intereses locales (como orientadores urbanísticos), para dejar recintos históricos a merced de la modernización que instituciones oficiales modifican ante la indiferencia de los organismos públicos que deben detener cualquier arreglo que no tenga como iniciativa la preservación del espacio arquitectónico original.

A diferencia de Juchitán, donde el ‘arribismo’ del partido hegemónico es suplantado hoy por los movimientos contestatarios con amplia tradición pragmática, Tehuantepec no conserva ni en sus festividades, un llamado del pueblo, de las masas, sobre todo cuando se conmemora una festividad a la que sólo una élite es convocada: la Vela Sandunga. Ese estadio con escasa legitimidad, se traduce en autoridades municipales que tergiversan el elemento central de apreciación de los espacios arquitectónicos: desconocimiento de investigaciones culturales, ausencia de sinergias para retar a los gobiernos estatales informándoles que han generado de manera genuina en Tehuantepec un sistema ecológico de desarrollo sustentable, carencia en los programas de gobierno de foros de consulta sin prejuicios de atacar intereses del estado donde se posibilite una legitimidad de actuación municipal, nula nomenclatura contemporánea con estudios de tecnología de posicionamiento global para revertir el área urbana afectada por la invasión de agentes patológicos, etcétera.

La provincia mexicana, insistimos, debe reconocerse en esas ‘microhistorias’ que ya Luis González y González nos regalaba como un privilegio en donde se conserva el color de una música, la tonalidad de una voz trovadora, se preserva la exquisitez de una gastronomía más que suntuosa y ornamental: sabia y artesanal. Tehuantepec ha perdido la capacidad de gustarse a sí misma, por el placer de verse reconocida como agente de una política de subsidios que sólo da para sobrevivir. En ese arreglo democrático, su legitimidad se pone en juego; entra en una crisis de legitimidad que permite vendimias ambulantes y comercios monopólicos que homologan la causa principal de esta comunidad colonial: su aspecto histórico y cultural.

Una pregunta en materia de Desarrollo Regional, decíamos, ha sido: ¿Por qué Tehuantepec y no Juchitán, por qué Tehuantepec y no El Espinal, por qué Tehuantepec y no Ixtepec, fue utilizado en el pasado como medio de forja empresarial de La Colonia? ¿Por qué Tehuantepec y no Juchitán… motivó a los descendientes de Zaachila y del Valle de Anáhuac, a insistir en que allí se forjara una nación privilegiada? Habría que empezar por descubrir eso, porque al encontrar la respuesta, no pasará mucho tiempo en que se acerque ese lugar a su generador común: su identidad.

Twitter: @JNMIJANGOS

(Publicado en +Noticiasnet.mx Voz e Imagen de Oaxaca, 30/09/2015, p. 10A)
http://www.noticiasnet.mx/portal/oaxaca/opinion/local/304868-que-hace-falta-sociedad-provincial


DISPENDIO Y JUSTIFICACIÓN DEL GASTO PÚBLICO

DISPENDIO Y JUSTIFICACIÓN DEL GASTO PÚBLICO

José Noé Mijangos Cruz

Con justicia, no podemos predecir qué fuerza motiva a los grupos humanos a modelar un discurso de prioridades sobre lo que conviene a una composición más grande, como puede ser el caso típico de las naciones con fronteras o espacios de negociación cerrada (territorial). No sabemos qué motivaciones contempla tal destino humano, pero el caso es que de alguna manera u otra (en forma planeada o espontánea) el gasto público se va de las manos de los detentadores primarios a una serie de líderes visionarios que se las arreglan para que llegue a su destino de manera real o por lo menos virtual.

El dinero sale de alguna parte, y en alguna parte se esfuma. Los dispendios garantizan que se cumpla con una sociedad política que arribe al poder desde miras amplias, sin que se estanque en críticas poquiteras o domésticas, pues la macroeconomía no es cosa de juego y menos una especulación del mercado que hace hostil el nivel adquisitivo de los de a pie. Sólo nos queda pensar, si esa sociedad política, que debería ser el vivo reflejo de la sociedad civil, es una manera de reconocerse a sí misma como una garantía de manejos de los recursos legítimos, y legales, por supuesto.

El servicio público es el recurso de donde se oferta el cumplimiento de tales medidas presupuestarias y del modo de manejarlas. Ante esa muralla (vista por el usuario como inaccesible), se orienta un desalentador modo escasamente genuino de proceder: la corrupción. La corrupción endógena (vamos a decirle interna) genera improcedencias de favorecer el servicio si se desconocen derechos de terceros, realizar un gasto innecesario o cuantioso o un gasto con beneficio personal, cometer actos con la complicidad de otras instancias administrativas. La corrupción exógena (vamos a llamarle externa), plantea la relación de aprovecharse del beneficio colectivo a través de un desvío de esos criterios sociales de selección de los servicios que presta el Estado. Hace mucho yo le di el nombre de “aprovechamiento ilegítimo”, pues es muy complicada su detección e investigación. Económicamente cuesta dinero, excesivamente, se diría, dado el altísimo nivel de práctica de este fenómeno. He ahí la idea de que se convirtiera en un “ilícito penal”, pues el enriquecimiento ilícito no ventila la magnitud que el aprovechamiento ilegítimo si resalta.

El arribo de esa clase especial de líderes formados por coterráneos (el ejemplo más visible es el del grupo Atlacomulco), coetáneos o contemporáneos (hace muchos años Roderic Ai Camp, se dedicó a estudiar a la clase política mexicana), permite traducir su visión de gobierno en una respuesta favorable para la población a la que se debe. De ahí que se sostenga que cada espacio geográfico debe arreglarse a los modos de intercambio de sus regiones y zonas de influencia. Podríamos decir, que decidir cómo se gobierna, dirá mucho del traducir cómo se sitúan en espacios de influencia los pobladores de dicha circunscripción.

Se ha dicho con insistencia, que un consumidor exigente, priva la acción influyente de los pobladores donde se sitúan los nichos económicos, pues de no ser éste el caso, entonces, la inversión ha sido condicionada por los modelos económicos especulativos, que visto desde ese ángulo, pueden desencantar no sólo la actividad del consumidor local, sino que incluso amagan su dinámica participativa desde la disminución de productos locales o peor aún, pudiera generar resistencia grupal a esos intereses (la mayoría de las veces, monopólicos) dando como consecuencia apatía, paros laborales, paros ocasionados por la sociedad civil inconforme, cierre temporal de establecimientos, y llegado el caso, atentar contra los medios de la producción que son la fuente de superioridad capitalista.

En el pasado, se han cometido muchos desarreglos a la normatividad que rige el gasto público. La política de los subsidios hoy no sólo es mal vista, sino que para los operadores presupuestales se requiere de la supervisión del gasto desde instancias fiscales más cautelosas. En todo caso, un arreglo fiscal a formas que deberían verse reflejadas como cosa común y corriente (una pantalla plana otorgada por programas asistenciales se considera como un acceso a la educación), es más que suficiente en estos asuntos. Ante ello, las oficinas gubernamentales admiten formas pragmáticas de comunicar los bonos que otorga la nación a diversos núcleos económicos, suavizando los conflictos de intereses.

Twitter: @JNMIJANGOS

(Publicado en +Noticiasnet.mx Voz e Imagen de Oaxaca, 23/09/2015, p. 12A, replicado en NOTICIAS Voz e Imagen de la Cuenca, p. 8A)